Por: Alberto Jove, abogado de Idheas
El domingo pasado se celebró en México el Día del padre y florecieron en las redes sociales fotos de padres e hijes demostrándose cariño a la distancia en medio de esta pandemia. Incluso hubo gente osada que, con tal de celebrar y convivir con ellos, organizó fiestas para aplaudir su esfuerzo y dedicación, ¿pero qué pasó con aquellos padres que no pudieron celebrar porque sus hijas e hijos se encuentran desaparecidos?
México enfrenta una crisis de desapariciones forzadas que inició en el sexenio de Felipe Calderón a raíz de su fallida estrategia de lucha contra el crimen organizado y que se ha mantenido a lo largo de los últimos 13 años. Al día de hoy suman más de 61 mil 800 desaparecidos y desaparecidas en el país, lo que ha resultado en decenas de miles de padres sin sus hijos, e hijos sin sus padres.
El equipo de I(dh)eas, Litigio Estratégico en Derechos Humanos acompaña a familiares de víctimas de desaparición que luchan cada día para encontrar a sus seres queridos. Un ejemplo es Carlos Moreno Zamora, padre de Jesús Israel Moreno Pérez, estudiante de la UNAM desaparecido en Chacahua, Oaxaca el 8 de julio de 2011[1].
Carlos lleva ocho celebraciones sin poder abrazar a su hijo Jesús Israel y sin decirle lo mucho que le importa, también lleva casi nueve años sufriendo la incertidumbre de no saber sobre lo ocurrido. De cara a la impunidad que aqueja nuestro país, el pasado 29 de noviembre de 2019, después de cuatro años de litigio, el Comité de Derechos Humanos de la ONU declaró a nuestro país responsable de violación al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por la indebida investigación de la desaparición de Jesús Israel. Esta decisión de Naciones Unidas sentó un precedente a nivel internacional ya que, por primera vez, el Comité señaló de manera explícita que la investigación efectiva debe ser considerada como una obligación inherente del derecho a la vida.[2]
El Comité ordenó que se llevara a cabo una investigación pronta, efectiva, exhaustiva, independiente, imparcial y transparente, así como procesar y sancionar a quienes resulten responsables, divulgar los resultados de las actuaciones, e investigar y sancionar cualquier intervención de agentes estatales que haya podido entorpecer la efectividad de los procesos de búsqueda y localización y, en el supuesto de que Jesús haya fallecido, tratar de localizar sus restos mortales y entregarlos a sus familiares en condiciones dignas.
A casi siete meses de la decisión, y pese a la recomendación ya emitida por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, el Estado mexicano no ha mostrado apertura ni voluntad política para el cumplimiento, tanto el gobierno federal como el gobierno del Oaxaca.
El señor Tomás es padre de David, Margarita y Alfredo, desaparecidos el 21 de julio de 2015 por elementos de la policía del municipio de Ahome, Sinaloa.[3]
Tomás lleva casi cinco años sin justicia, a pesar de que un juez desde 2016 giró tres órdenes de aprehensión en contra de los responsables y, debido a que no fueron implementadas adecuadamente, los policías responsables escaparon, impidiendo el acceso a la justicia para Tomás y su familia. En agosto de 2018 hallaron los restos de David, Margarita y Alfredo en un predio al norte de Sinaloa, denominado, Las Gruyas.
A lo largo de este proceso instancias como la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas han obstaculizado su acceso a medidas de apoyo previstas en la Ley, como el pago de sus medidas económicas, lo anterior pese a que él y su esposa se han encargado del cuidado de sus seis nietos que se quedaron sin padres.
El señor Mauricio lleva más de dos años buscando a su hijo Juan (por seguridad de la familia hemos decidido cambiar sus nombres); Mauricio lleva dos celebraciones del Día del padre esperando resultados de la Fiscalía de Personas Desaparecidas de la Ciudad de México. Al día de hoy lamenta sólo haber recibido excusas de la Fiscalía para intentar justificar su falta de cumplimiento con el Protocolo Homologado para la investigación de los delitos de desaparición. Desde hace dos años Mauricio busca a su hijo incesantemente, en la medida en que sus posibilidades le permiten, en cada estado de la República Mexicana, haciendo la labor que por ley le corresponde a las comisiones de búsqueda.
El señor Gonzalo Rojas, padre de Mónica Ruth Rojas, desaparecida el 21 de octubre de 2019 en Tlalnepantla, Estado de México[4], ha dejado de lado su vida para dedicarse de lleno a la búsqueda de su hija. Éste es el primer año que su ausencia le cala los huesos y el corazón. Él no pide nada, sólo que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México encuentre el paradero de su hija y castiguen a los responsables.
Todos ellos, al igual que miles de padres en México, participan de manera activa en la búsqueda de su hijo o hija; exigiendo incansablemente a las autoridades les hagan valer su derecho a la verdad y justicia.
Ellos y nosotros luchamos por la verdad, porque sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay paz. Luchamos por los padres que ya fallecieron, como el señor Gregorio Cano, quien tras una larga lucha contra el cáncer perdió la vida el pasado 3 de noviembre del 2019 sin haber podido encontrar a su hijo Paolo Cano, infante de marina desaparecido desde el 29 de octubre de 2010 en Lázaro Cárdenas, Michoacán. [5]
De la mano de todos los padres que no pueden celebrar con sus hijos e hijas, seguiremos combatiendo el flagelo de las desapariciones forzadas, obligando al Estado mexicano a cumplir con sus obligaciones nacionales e internacionales en materia de derechos humanos, hasta que no haya ni una más y la dignidad sea haga costumbre.
[1] https://www.idheas.org.mx/casos-derechos-humanos/desaparicion-forzada-y-de-particulares/jesus-israel-moreno-perez/
[2] https://www.idheas.org.mx/publicaciones-idheas/materiales-consulta-idheas/ccpr-c127-d-2760-2016/
[3] https://www.idheas.org.mx/casos-derechos-humanos/desaparicion-forzada-y-de-particulares/familia-marin-yan/
[4] https://www.idheas.org.mx/comunicaciones-idheas/noticias-idheas/a-seis-meses-de-la-desaparicion-de-monica-ruth-continuamos-luchando-por-encontrarla/
[5] https://www.idheas.org.mx/casos-derechos-humanos/desaparicion-forzada-y-de-particulares/paolo-cesar-antonio-cano-montero/