El 26 de mayo de 2000, el maestro Manuel Germán Ramírez Valdovinos fue detenido por agentes de la Policía Judicial del Estado de México mientras se encontraba en su domicilio junto con sus familiares y amigos. Los ocho agentes de la Policía Judicial ingresaron violentamente a su domicilio, encañonaron a los asistentes y mediante golpes se lo llevaron. Fue acusado por el delito de homicidio con base en una confesión arrancada mediante tortura, siendo sentenciado a una pena de 40 años, 7 meses y 15 días de prisión, motivo por el cual se encuentra privado de la libertad.
Autoridades implicadas
Policía Judicial del Estado de México
Al detener a Manuel, los agentes de la Policía Federal no mostraron ninguna orden de allanamiento al domicilio y tampoco una orden de detención. Tampoco explicaron las razones o motivos de su detención. Al preguntar sobre la existencia de esas órdenes el señor Ramírez Valdovinos fue golpeado por los agentes. Junto con otros dos sujetos, que ya se encontraban detenidos, fue conducido a un lugar donde se le pidió firmar una declaración. En ese lugar, Manuel fue víctima de tortura, hasta el momento en que fue presentado ante el Ministerio Público.
En presencia del Ministerio Público volvió a ser amenazado por los agentes de la Policía Judicial negándose a firmar una declaración, esta vez lo amenazaron con hacer daño a su esposa e hijo, motivo por el que accedió finalmente a firmar y a estampar sus huellas digitales en unas hojas en blanco.
El día 29 de mayo de 2000 fue puesto a disposición del Juez Quinto Penal de Texcoco (primera autoridad judicial que conoció de su caso), acusado del delito de homicidio. Fue precisamente en la declaración preparatoria que el señor Ramírez Valdovinos denunció los actos de tortura de los cuales había sido objeto. La denuncia de Manuel ante la autoridad judicial fue extensa y detallada, en particular de la violencia cometida en su contra y los responsables.
Los hechos de la tortura fueron conocidos posteriormente por el Juez Tercero Penal de Texcoco al recibir las actuaciones para emitir la apertura de juicio. Si bien Manuel reiteró su denuncia durante todo el proceso penal y ante todas las instancias involucradas, las distintas autoridades judiciales que conocieron en apelación y amparo continuaron con el procedimiento penal sin que ninguna ordenara una investigación de los actos de tortura.
El 24 de septiembre de 2002, por conducto de la madre de Manuel, se denunció la privación ilegal de la libertad por lo que se abrió una Averiguación Previa en la Fiscalía de Asuntos Especiales en Toluca por las violaciones al debido proceso y los delitos cometidos en el proceso penal. Entre las pruebas periciales ordenadas en la Averiguación Previa está el dictamen médico en el que se determina la existencia de lesiones producidas en su estado físico, atribuidas a actos de tortura durante su detención:
“Pérdida de la audición (sordera de conducción nerviosa) de oído izquierdo, por lesión de membrana timpánica y rama acústica del octavo par craneal, artritis de articulación temporomandibular izquierda, artritis de las articulaciones del hombro derecho y rodilla izquierda, esguince lumbar, todos, padecimientos crónicos, de naturaleza traumática (provocados por mecanismos y golpes contuso)”
A mediados de 2015, la madre de Manuel solicitó al Agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía Especializada en Delitos Dolosos Cometidos por Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia información sobre el avance de la indagatoria, y la práctica de diligencias tendientes a esclarecer los actos de tortura de los cuales fue objeto, entre ellas la aplicación del Protocolo de Estambul, recibiendo por respuesta que se encontraba integrando la indagatoria sin proporcionar mayores datos respecto de las actuaciones, motivo por el cual se acudió ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) a denunciar tales conductas que podrían implicar violaciones a sus Derechos Humanos.
Pese a la existencia de una denuncia y de un dictamen médico, las indagatorias no han presentado avances y tampoco se han practicado las diligencias correspondientes a la investigación de la tortura cometida en el agravio de Manuel. Tampoco se ha sancionado a los responsables. En el año 2021 el señor Manuel Germán Ramírez Valdovinos fue preliberado, sin embargo, hasta la fecha el Poder Judicial del Estado de México continúa sin reconocer su inocencia.
Comunicados
¿Qué dicen los medios?
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