#DeVíctimasADefensoras

La lucha es hasta
encontrarles y obtener

Justicia

Conoce la historia

Hace 10 años, con la primera marcha de la dignidad nacional, el 10 de mayo se convirtió en una fecha emblemática de la lucha por las personas desaparecidas en México.

Sin importar su edad o estado de salud, miles de mujeres se han convertido en la voz de sus hijas e hijos desaparecidos para exigir sus derechos; impulsadas por el amor a ellos, han tenido que transformar su dolor y angustia en una fuerza imparable para encontrarles y obtener justicia. Ante la impunidad estructural y la indiferencia de las autoridades, han tenido que especializarse en todo tipo de conocimientos para exigir sus derechos, para buscar, para encontrar, para construir un país donde ninguna otra familia tenga que vivir el dolor de la desaparición de un ser querido.

En este año que ha transcurrido la búsqueda no ha cesado, aunque la pandemia por Covid-19 vino a imponer nuevas dificultades a las familias que buscan a un ser querido, y aunque esta crisis sanitaria se haya convertido en el pretexto para que las autoridades continúen sin hacer su trabajo.

A pesar de todo, en Nayarit –una entidad en la que hasta hace poco no se hablaba sobre desapariciones y en la que la estructura criminal continúa incrustada en la fiscalía– las voces de las víctimas resuenan cada vez con más fuerza para denunciar la comisión de desapariciones forzadas y exigir verdad, justicia y reparación.

Gracias a su valiente lucha, encabezada también por madres, el mundo sabe hoy que en Nayarit se cometen crímenes de Estado en total impunidad.

Acompañadas por Idheas, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, en 2020 las familias denunciaron ante el Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la ONU (Comité CED) la existencia de patrones generalizados y sistemáticos de desaparición forzada cometida por elementos estatales; el Comité, además, respondió a su solicitud de acciones urgentes y pidió al Estado mexicano adoptar todas las medidas necesarias para la búsqueda e investigación de 39 casos de desaparición forzada cometidos en la entidad entre abril de 2012 y mayo de 2020.

Las víctimas han logrado visibilizar nacional e internacionalmente la oleada de desapariciones forzadas ocurridas en 2017 y, además, que las desapariciones continúan sucediendo de forma generalizada en Nayarit, incluso durante la pandemia. Según la versión pública del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en Nayarit hay, hasta el 28 de abril de 2021, 1048 personas desaparecidas y no localizadas, pero sólo dos de ellas están registradas como delito de desaparición forzada de personas, sin que se especifique el año de referencia. Sabemos que la cifra real, como ocurre en todo el país, es mucho más grande.

Las madres nayaritas, además, han enfrentado con valentía un sistema de terror que tuvo más presencia durante la gestión de Edgar Veytia como fiscal.

En diciembre de 2020, en el marco del Día internacional de los derechos humanos, las familias de personas desaparecidas salieron a las calles a repartir entre las y los nayaritas la gaceta “Verdad a voces: la pesadilla nayarita continúa”, que narra la realidad de las familias que buscan a un ser querido y el largo y doloroso camino que han tenido que andar en su búsqueda, localización y reencuentro.

Ese día muchas de las mujeres, “con la verdad en sus manos”, perdieron el miedo, encontraron la libertad y pudieron expresarse para hablar con otras personas sobre sus hijas e hijos desaparecidos, sobre sus derechos y reclamos de justicia.

Las madres nayaritas han encontrado que su voz es la voz de sus tesoros, como ellas nombran a sus seres queridos, y cada vez con más fuerza hablan, gritan: que nadie las para, que buscan justicia, que nos siguen faltando, que vamos a encontrarles.


Este 10 de mayo algunas de ellas nos comparten sus historias. Te invitamos a leerlas y acompañar a todas las madres de México que tienen o han tenido un hijo desaparecido.

Da click en cada imagen para conocer cada una de las historias

Agradecemos a las integrantes de los colectivos Familias Unidas por Nayarit, En búsqueda de verdad y justicia para los nuestros, Por Nuestros Corazones y Renacer por amor a ellos, por la confianza que han tenido a Idheas para acompañar su reclamo de justicia. Seguimos caminando hasta encontrar verdad, justicia y reparación.